domingo, 2 de agosto de 2009

La pecera (se aceptan sugerencias)



Capítulo II

Motivada por las palmeras que se exhibían en el programa de gossip mañanero, las olas del mar, burbujeaban en su lengua el sabor de la papaya, las frutas tropicales que se desbordaban de un frutero en la mesa de centro, pasaban por su cabeza querer estar asoleándose desde la sombra de un fino cristal bordeado de plantas y ella bañada por el sol que devoraba cada gota de agua de su cuerpo. Esta visión angélica de sí misma despojada del sudor mundano del que se empapaba al trabajar en la pecera.


Quiero estar en el club Castañon. Ya Gina me platicó algo sobre precios. Está buenísimo. Padrísimo. Así yo no me aburriré mientras tú no estás y me conservo linda para ti. ¿Qué te parece?



-En este momento lo más importante es saber si la justicia va a respetar nuestros pactos. El incidente de Lopez, aún está muy fresco. Debemos esperar a que nos den la señal. Aún faltan algunos días para que nos den el pitazo. Chiquita ahorita te atiendo. Madrigal ahí te encargo a mi flor. Entretenla, que estas juntas son muy aburridas. Si es necesario salgan del lugar.


-Yo sigo creyendo que debemos aprovechar que nuestros enemigos están deseosos de vengar la que le jugamos al robarnos su botín y mover a nuestra base infiltrada en la justicia oficial para encarcelar a uno de ellos. Démosles un pretexto para que traten de sabotearnos.


-La única opción de llevar acabo ese plan sería sacrificando a uno de los nuestros y echarles la culpa a ellos.



-No te parecen acartonados los personajes de todas sus novelas. Creo que les falta vísceras. Sus conflictos son irreales. Sus dramas no existirían de no ser por la mentalidad podrida y hueca que las barniza. Déjame intentarlo. Daremos una vuelta al rumbo de la novela. Tendrás algo fresco. Ya sabes que yo siempre estoy buscándole.


-Yo no soy escritor. Crítico mucho menos. Yo tengo olfato para otras cosas. Y aquí huelo a un escritor, a una máquina que fabrica historias que mantiene los niveles más elevados de audiencia. Nuestros patrocinadores están más que satisfechos con la respuesta. Sabes que apreció tu trabajo y nunca he dudado de tu habilidad y sé que tu estilo gusta a paladares exigentes. No sé si sea adecuado para este público.


-Yo creo que hay que arriesgarse para abrir nuevos caminos. La gente está deseosa de escuchar otras cosas por mas que parezca que no. Sé que es difícil introducir cosas nuevas pero tampoco soy tan temerario. Conozco la fascinación que ejercen las acciones heroicas y arriesgadas, que la mayoría le hipnotiza el sufrimiento, el juego de verdugos y victimas, de jueces corrompidos, de héroes que luchan y sufren por imponer el reino de la justicia. Y pues la justicia es elástica. Ahí es donde puedo yo meterme. Introducir las nuevas reglas del juego. Estoy en busca de un nuevo tipo de héroe.


-Vamos a pensarlo. Dejemos que el tiempo y la misma audiencia sean las que decidan. Esperemos a que se estabilicen nuestros niveles históricos. En estas condiciones sería desventajoso poner en duda la calidad de su trabajo basándome en juicios de una sola persona. Tu crítica seguramente sería la adecuada si fuera en una revista literaria. Pero en el consejo de administración no cuenta lo que dice el escritor. Recuerda que el cliente manda. Así es esto.


-Está bien. Pero eso de negocio lo vas a tener que retirar. Algunas de mis historias podrían pasar directo al papel.


-Barrieron como huracán. Los teléfonos sonaron como locos. Y lo del final abierto y a opción del público funcionó muy bien. También cuando abrimos las llamadas para que se eligieran los lugares y los personajes.


-Y eso lo voy a seguir haciendo. De hecho eso es lo que necesita está historia. La gente necesita saber que una parte de ella está siendo contada en estas historias. Vas a ver como lograré sobrepasar los niveles actuales. Pero a diferencia del actual escritor voy a sacudirlos, a despertarlos de su sueño. Cuando tú me llames yo voy a estar listo.



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