viernes, 6 de agosto de 2010

miércoles, 7 de abril de 2010

Literas

Y si todo fuera un enardecido grito de desesperación. Las palabras no funcionan. Realmente son muy lentas y requieren de un orden que no consigo dar a mi vida. 1 Sujeto, verbo, predicado. Creo que entonces no soy bueno con las palabras y debería entonces dedicarme a ser un periodista.

Todo lo que escribo está hueco. Y no hablo de ese vacío que busco pero que al mismo tiempo me aterra. Vengo de una familia grande. Durante las vacaciones todos dormíamos en habitaciones que ahora no alcanzarían ni para albergar mis cosas. En el cuarto donde habité durante la infancia mis padres dispusieron de ese objeto por excelencia símbolo de la fraternidad. Una manera de ir dándole forma a la caprichosa criatura que es expulsada de su cama de agua individual. Ignoro si los gemelos estrechan los lazos fraternales por compartir la misma tibia sábana. Ahora que ya nadie nos ve, a pesar del respeto que logró infundirte, tratarás de cargarme cuando desfallezca de miedo por los truenos.


1 .- Será San Isidoro de Sevilla quien describa en su libro De los sinónimos la melancolía, a la que definirá como ´Angustia del alma, acumulación de espíritus demoníacos, ideas negras, ausencia de futuro y una profunda desesperanza´.

miércoles, 31 de marzo de 2010

Suave como una arma lustrada

¡Suelta pendeja! Me lo dieron a mí. Ya ves cómo eres. No vuelvo a montarme en tu pedazo de lámina. Que los sueltes.
Y los uniformados intercambian miradas socarronas ante el espectáculo por antena libre. Él ejemplar, inmutable, rostro endurecido, mano en el arma preparada, tal como lo han adiestrado. Un codazo, la mano cerca de la otra mano que coquetea con el gatillo. Una abundante mancha de sangre en la entrepierna. Cambios de sexo gratuitos en los cruceros. Y para la cara las codiciadas muestras gratuitas de crema facial.

miércoles, 3 de marzo de 2010

Desnudo Náuseo


¿Sabrá que cruzando el umbral de pláticas amarradas por la risa y la cortesía azucarada algún día se enfrentarán al abismo que los devolverá a la espera angustiosa o les llenará la alcoba de hormonas de misterio?

Piensa que podrá valerse de sus palabras esquivas para suplir la cera que se desborda sobre el piso, ignorada por ese otro líquido salado que se escurre sobre las espaldas. Como le han dicho que su juego es el de la espera mira apresurada detrás de ese silencio judicial.

Mientras su amiga le devuelve miradas cómplices imagina que puede escaparse de las situaciones en las que los tactos, en su curso animal y caótico, silencien los ojos que los juzgan; el árbol pintará su cabellera de amarillo y acariciará tímidos enlaces. Las sombras del deseo nublarán el cielo, la mesa donde beben café rasgará sus manteles para mostrarles su parentesco con la cama. Yo le confesaría que saltaría de la habitación para caer de regreso en la taza de café.

Le diré que los pájaros que aletean perfumes marinos al abrir el árbol son de variado plumaje y trino cada vez. Le será incomprensible la manía de morder las plumas. Le lanzaría una palabra al río de su cuerpo para formar ondas que se esparzan por mi boca. Apagar las luces y encender las bombillas de los sexos. Todo eso pienso ahora que cruzas el umbral y te pierdes en el silencio de la madrugada.

viernes, 19 de febrero de 2010

Esquizoparanoicofrénico

Esquizoparanoicofrénico


Frénico

noigo

Esquizoparanoicofrénico

Friqui


Es que quiso parar

Para no ir psiquiátrico

Frenético

Páramo

Icónico pánico

Es sónico

Neta

Zoológico cómico

jueves, 11 de febrero de 2010

Veredas

Al levantarnos sobre las dos patas traseras hemos abandonado la felicidad zoológica e inaugurado la infelicidad metafísica: ¿Cómo no ansiar algún género de eternidad? Hoy me desperté soñando que escribía un blog. Yo era la escritura de un hombre infinitamente solo. Como era hombre solitario vivía en un desierto. Todo hombre solitario empieza por grabar esa imagen en su cabeza. Su escritura descendía al abismo desde donde sueña la tierra.

Buscar lo absoluto nos trae angustias y melancolía porque no podemos aceptar el paso del tiempo, la fugacidad de la alegría, la infidelidad. Los celos son la expresión concreta de nuestra voluntad de buscar lo eterno. Lo mismo la melancolía y la depresión y la soledad son formas de resistir el paso del tiempo, de buscar la interrupción del fluir del tiempo con la muerte y su oficio de escultura de la vida. Queremos que nuestra vida termine en ese momento para que lo bello que vivimos solidifique, se tatúe en la piel y en el pensamiento.

miércoles, 10 de febrero de 2010

Lecturas pornográficas

Estaba parado en medio de una sala aluzada por un lamparón que hería los cuerpos como un bisturí y dejaba al descubierto el más mínimo detalle. Dijeron en la oficina que en ese librero estaban contenidos todos los libros existentes. Sótanos y más sótanos de libros. Cogería un libro al azar, lo abriría en una página cualquiera y prolongararía su lectura sin perder un ápice el tono. Detenerse o variar la respiración no importaba mientras mantuviera el ritmo de la lectura. Valía la pena. Desde la oficina habían entregado los mil pesos. Así que, ¡ a vagar por las galerías repletas de libros que exhalaban su aliento a madera húmeda!


Eran tantos los libros que no importaba cuál escogiera. Además todos estaban forrados. Intentaría ensayar algún método de elección o algún juego que hiciera por lo menos divertida la elección. ¿El número de la casa? ¿La fecha de nacimiento? ¿Qué tal un volado? Quizás el número de la fecha de nacimiento para fijar los pasos que tenía que caminar. Y cuando el camino se bifurcaba, un volado para elegir la ruta. Pero no acababa ahí. Una vez que hubiera completado los 80 pasos volvería a jugar otro volado para asegurar que se trataba del libro indicado.


Entonces, la puerta de cristal que comunicaba con los sótanos quedo atrás. En las paredes se notaban el trabajo que la humedad hacía sobre el cemento. Las ratas y las cucarachas comenzaban su éxodo en busca de la tierra prometida mientras los pasos sonaban en la mente. En la primera disyuntiva la moneda hablo y dijo hacia la izquierda. Una especie de vértigo emergió al oler la mezcla de excremento, madera, moho y polvo de pared desprendida. Qué absurdo tener iniciativa y martirizarse de esa forma. El contrato sólo obligaba a elegir cualquier libro.