domingo, 9 de agosto de 2009

La pecera

Capítulo V




Llegó a casa con el ánimo tumbado. Caminó hasta su recamara, encendió la luna al abrir la ventana. Cansado, se apoyó sobre su pluma y se soltó esperando de ese acto rutinario la fortificación que da el sueño. En la mañana se levantaría, a propósito olvidaría rasurarse, caminaría con su cuello liberado del yugo del uniforme y con un script entre las manos avanzaría hasta la cabina. Leería su historia del escritor sedicioso, aprovecharía la ola que trae Cadenas de amor y se encerraría y actuaría su propia historia, gritaría al mundo el plan secreto que ha descubierto y que a todos se nos imponía como realidad.


-Yo creo en las emociones. En la sutil sugerencia cerrada como una rosa para quien no pueda olerla… Una disculpa era mi nutriólogo. Olvidé que era fin de mes. Como tú sabes yo soy muy puntual en la entrega de mis proyectos. He estado comentando el argumento con críticos, escritores y gente que sabe. Están encantados. No sólo la audiencia sino también los expertos. Es un éxito. La gente moderna está dispuesta a luchar sólo por el amor. Es la única batalla que todavía puede ofrecerle aventuras, retos y recompensas. Es el amor o la falta de él lo que mueve al mundo. Los dejo pero en otra oportunidad pasaré para ver cómo van las respuestas de la audiencia. Me interesa nutrirme de la sabiduría popular. Es tan rica. Estos aztecas como sabían tantas cosas. Me acaban de recomendar una hierba buenísima para mejorar la memoria. Las maravillas que ha hecho. Y claro una buena nutrición. ¡El nutriólogo! Ya salgo. Un placer volver por aquí, hasta dentro de dos semanas.


-Traes buen rollo pero aquí el malo somos nosotros. Nosotros necesitamos que ellos crean que estamos de su lado. Lo que nosotros hacemos es muy en serio. No vamos por ahí insultando la inteligencia de la audiencia. Ellos eligen tomar nuestra oferta porque les convence. Qué le va a interesar a la audiencia un pleito de oficina. Aquí los jueces somos nosotros no ellos. Hasta el momento no han funcionado las variante.


-Si usted me concede los 30 minutos para mis experimentos que le aseguro con el paso de los días y el enganche serán un éxito. Estoy dispuesto a escuchar algunas sugerencias si se da el caso.


-Esa historia del escritor sedicioso no es muy adecuada para fortificar el espíritu de empresa. No olvides que tu sueldo y el mío y el de todos depende en gran medida de empresas.


-Sólo tres grandes empresas…su fuerte es el dinero que le llega del gobierno.


-La gente del gobierno viene de las empresas y va a las empresas. Todos estamos unidos bajo una misma ética, un mismo lenguaje. Si tomas en cuenta mis recomendaciones le diré a Julio que te pilotee unas emisiones como pruebas de calidad. Ya veremos cómo podemos hacer los ajustes necesarios. No me digas nada, sólo tienes que tomar en cuenta, no se te olvide, que el hombre está hecho para la cooperación. Si vas a tratar el tema de unos ladrones no me importa si quieres hacerlos sádicos, locos o asesinos siempre que subrayes la importancia de los lazos de cooperación. Te acuerdas del diplomado sobre las estructuras de organización reticular. Sácale el jugo. Por lo demás tienes plenas libertad. No creo que tengas problemas con las historias de buenos y malos. De cualquier manera Julio te hará recomendaciones.

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